Hoy más que nunca, ser adulto significa vivir en un mundo que nos golpea con constantes cambios y transformaciones. Un mundo que nos pone cara a cara con situaciones complejas, y que muchas veces, nos deja perplejos. Son justamente aquellas situaciones, que requieren de habilidades de afrontamiento o habilidades sociales para así, poder transitar estos cambios de manera tolerable.
Si todos tuviéramos estas habilidades, podríamos enfrentarnos al mundo de mejor manera. Y sería un mundo ideal, ¿no?. Si, pero existe un problema, y es que muchas veces, estas habilidades no son aprendidas desde una edad temprana (la primera infancia) y es por eso, que al enfrentarnos a situaciones complejas, nos quedamos vacilantes y las padecemos.
Hoy te quiero contar sobre estas habilidades y por qué es importante aprenderlas desde la infancia. Acompáñame en este artículo y te explico más.
La infancia y sus situaciones complejas
La mayoría de los niños atraviesan, durante su infancia, numerosas situaciones complejas, muy similares a las que afrontamos los adultos (correspondientes a su edad evolutiva).
Los niños, al salir de su hogar, se enfrentan a nuevos desafíos, la escuela, siendo uno de ellos. Acá comienzan a aparecer muchas situaciones nuevas. Por ejemplo, las presiones de los grupos de pares, los cuales los enfrentan a nuevas “reglas” sociales — muchas veces distintas a las aprendidas en casa. De repente, los niños comienzan a convivir con distintos sistemas de valores contradictorios y comienzan a vivir una realidad violenta a diario, especialmente debido a los medios de comunicación actuales.
Todo esto nos lleva a la necesidad fundamental de desarrollar un repertorio de habilidades sociales para enfrentar estas problemáticas de la manera más saludable posible.
Habilidades sociales esperables en la primera infancia
Para que un niño pueda gozar de relaciones satisfactorias durante esta etapa, él o ella, debería desarrollar capacidades adecuadas para vincularse con sus pares. Estos son algunos ejemplos:
- Ser elegido/a por sus compañeros/as
- Saber decir que NO
- Mostrarse agradables
- Acercarse a los grupos
- Regulación de las diferentes emociones
- Ponerse en el lugar del otro
Estas habilidades no solo promueven relaciones positivas, también promueven niveles más altos de bienestar emocional, como por ejemplo: la confianza en sí mismos/as, valorar ciertas formas de comportamientos sociales (saludar, ser amables, ser asertivos para tomar decisiones), y otras, lo cual los lleva a tener interacciones sociales más estables y adaptativas al entorno — algo fundamental en el mundo de hoy.
Al mismo tiempo, estas capacidades, posibilitan que el/la niño/a asimile las normas sociales necesarias para vivir saludablemente en sociedad, como así también, desarrollar las fortalezas psíquicas esperables en esta etapa. Y de esta manera, favorecer un desarrollo propicio como recurso para la vida adulta.
Carencia de habilidades sociales
¿Qué pasa cuando el/la niño/a carece de estas habilidades sociales? Por un lado, causa sensaciones negativas respecto a su auto imagen, como por ejemplo, baja autoestima, pobre rendimiento escolar, problemas de conducta en el aula, sufrimiento a causa del acoso escolar o bullying, y otras, pudiendo afectar a futuro el desarrollo posterior hacia la vida adulta.
Algunas señales que indican esta problemática infantil:
- No se acerca a sus pares de forma positiva
- Tiene problemas con educadores o adultos de su entorno
- No expresa sus deseos de manera clara
- No sabe hacer valer sus derechos
- Expresa frustración discutiendo o agrediendo a otros.
- Se muestra excesivamente tímido/a
- No participa en juegos o actividades grupales por vergüenza o rechazo
- No sabe/puede acceder a grupos de pares
- Tiene dificultades para respetar turnos
- No sabe negociar o convencer a otros
- Es abandonado/a, rechazado/o ignorado/a
Afortunadamente, las habilidades sociales se pueden adquirir a partir del aprendizaje. Se pueden lograr o mejorar a través del entrenamiento en habilidades sociales en la infancia, bajo supervisión de un profesional idóneo, para el desarrollo de herramientas necesarias para una vida plena. Y aunque preferentemente, deberían aprenderse durante la infancia, los adolescentes, jóvenes y adultos pueden restablecer sus habilidades sociales a través de la psicoterapia.
Si tenés alguna duda o consulta acerca de apoyo para habilidades sociales para tus hijos/as o para vos, podes comunicarte con nosotros, estaríamos encantados de conocerte y ayudarte.
Referencias
- Lacunza, A. B. (2010). Las habilidades sociales como recursos para el desarrollo de fortalezas en la infancia. Psicodebate, 10, 231-248. https://doi.org/10.18682/pd.v10i0.398
- Curso entrenamiento en habilidades sociales en población infantil. Centro IPPC de psicoterapia cognitiva. Año 2015