El modo en que una familia funciona, la forma en que sus miembros se comunican, la flexibilidad que la estructura familiar posee para adaptarse a cambios externos o internos, determina que pueda convertirse en matriz de crecimiento o que pueda ser un generador de ansiedad para sus miembros.
Estructuras familiares
La estructura de la familia se encuentra sujeta a un proceso dinámico permanente que se modifica en función de los desafíos evolutivos o de factores de estrés que surgen en el devenir familiar o provienen del contexto. Los desafíos evolutivos se definen en las demandas que cada uno de los miembros presenta a medida que va creciendo y en la consecuente necesidad de redefinición de roles y de reglas. Por otro lado los factores de estrés pueden ser eventos inesperados o sorpresivos o pueden responder a situaciones que, aún atravesadas a partir de una decisión de la familia, implican la necesidad de reorganizar ciertos funcionamientos. Según la capacidad que una familia tenga de reorganizarse después de los cimbronazos que suponen las crisis se verá fortalecida o debilitada en su estructura y será un nicho más o menos saludable para sus miembros.
Evidencias y estudios
Existen evidencias en la literatura científica de la relación que existe entre ansiedad y familias disfuncionales (1). Una familia funcional es aquella que favorece el crecimiento de todos y cada uno de sus miembros, en cambio en familias disfuncionales este crecimiento se ve obstaculizado. Otros estudios (2) encuentran correlación entre ansiedad y dinámica familiar alterada.
La pandemia y sus implicaciones para las familia
En el momento que atravesamos, al reflexionar sobre estos temas, no podemos obviar las consideraciones acerca de la situación de pandemia y sus implicancias para las familias. Las medidas de aislamiento supusieron la necesidad repentina de adaptarse a un nuevo contexto y de realizar cambios drásticos en el funcionamiento interno. Sin duda es un gran desafío para la organización familiar, los protectores son: la fortaleza de los vínculos y la flexibilidad y el grado de cohesión que la familia tiene. Resulta fundamental por otro lado entender cómo cada miembro de la familia lidia con la ansiedad que se ve intensificada por la dificultad para llevar adelante proyectos y tolerar la incertidumbre, algunos necesitan aferrarse a planes aunque no puedan ponerle fecha, otros necesitan vivir el día a día. Aprender a conjugar recursos, a combinar estrategias de resolución de problemas y de regulación emocional resulta aliviador para todos y ayuda a sostener y fortalecer la estructura.